Para la comprensión más cabal, la Primera Guerra
Mundial puede dividirse en las siguientes etapas:
La crisis de julio de 1914
¿Cuál fue el suceso que dio inicio a la guerra?
El ambiente político europeo enrarecido por las
disputas existentes entre las potencias terminó por nublarse aún más con
el asesinato del Archiduque Francisco Fernando y su esposa en Sarajevo (capital
de Bosnia) el 28 de junio de 1914.
El homicida fue un joven bosnio (PrincipGavrilo)
miembro de la Sociedad Secreta de Serbia “Unión o Muerte”, organización
fundada contra el imperio austro–húngaro que venía planeando la creación de una
Gran Croacia controlada por los austriacos y por supuesto, en franca
contraposición a los intereses de los serbios en la región balcánica.
El Imperio austro–húngaro, convencido de la
participación de oficiales serbios en el asesinato del heredero al trono de
Austria–Hungría, y después de esperar cuatro semanas para terminar sus
preparativos y obtener el apoyo de Alemania, decidió enviar un ultimátum
a Serbia el 23 de julio de 1914.
Los
serbios, si bien aceptaron la mayor parte de las condiciones en el plazo
establecido de 48 horas; por otra parte, comenzaron a realizar movilizaciones
de su ejército, y Rusia por su lado, inició el apoyo a sus aliados serbios; diez
días después, Europa ardía en guerra.
El 2 de Agosto de 1914, con la toma de Luxemburgo,
Alemania puso en práctica su Plan Schlieffen que consistía básicamente
en invadir a Francia violando la neutralidad de Bélgica y Luxemburgo, pero la
resistencia del ejército de Bélgica y las noticias desalentadoras que llegaban
del frente europeo oriental (donde Rusia se había movilizado más rápido de lo
esperado), así como el fracaso del ejército alemán en el frente occidental
(pues no logró poner fuera de combate al ejército francés) determinaron que la
guerra se estabilizara en una línea de trincheras, fortines y alambrados.
El fracaso en el frente europeo occidental y los
constantes reveses de Austria-Hungría en la Europa del Este propiciaron que los
militares cedieran una vez más ante las propuestas diplomáticas que trataban de
mover la balanza de la guerra a su favor, conquistando para su causa a las potencias
menores que aún no entraban a la guerra.
Para colmo de las potencias centrales,
Italia se unió a los países de la Triple Entente, ya que en agosto de
1914 se había declarado neutral, pero para 1915 justificó su decisión de no
colocarse al lado de los imperios alemán y austro–húngaro pues este último se
anexó las regiones balcánicas de Bosnia y Herzegovina, Italia disgustada por tal
hecho, puso precio al apoyo que brindaría a la Triple Entente a la cual
solicitó compensaciones territoriales. Italia solicitaba el control sobre el
Trentino, el Tirol, el Brennero, Trieste, Istria, Dalmacia, algunas islas de la
región, además de territorios en África y Asia que eran propiedad de los
imperios turco-otomano y alemán. Estas condiciones de los italianos fueron
aceptadas por Francia e Inglaterra con excepción de Rusia. Sin embargo,
mediante un tratado secreto firmado en Londres, Italia declaraba la guerra al
imperio austro–húngaro para el 20 de mayo de 1915.
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